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Cardiff, mayo de 2005 - El histórico resultado obtenido por Los Pumas ante los British & Irish Lions dejó un sin fin de conclusiones y despertó el interés de toda la comunidad del rugby mundial. La palabra de tres periodistas que estuvieron presentes aquella tarde en el Millenium de Cardiff, allá por mayo de 2005.
Jorge Búsico, (enviado de diario Clarín).
Los jugadores cambiándose en Ezeiza y Loffreda llamando para tratar de completar un equipo. Así arrancó la aventura Puma en aquel memorable viaje a Cardiff para enfrentar a los British&Irish Lions, que tenían la base de la Inglaterra campeona del mundo dos años antes, dirigidos por Clive Woodward y con la estrella de Jonny Wilkinson.
Recuerdo la mañana del partido en el lobby del hotel, con varios de los que no habían sido cedidos por sus equipos que llegaron para alentar, como también los entrenamientos de los días anteriores, con jugadores que se conocían poco y nada. Era una aventura.
Pero había ahí una mística Puma. Volvía Arbizu, Reggiardo y Méndez se ponían los botines de nuevo para dar una mano, jovenes como Juan Leguizamón buscaban un lugar. Felipe Contepomi en su primer partido como capitán. Y la camiseta que siempre es un plus.
Los Pumas, con Ledesma como figura y el Ninja Todeschini acertando todo a los palos, jugaron un partidazo, armando un try fantástico que apoyó Nuñez Piossek. Con el reloj en 40 minutos del segundo tiempo, ganaban 25-22. Los Lions fueron al line dos veces con penal a favor y no pudieron entrar. Hasta que los 8 minutos y 35 segundos de descuento, Wilko acertó el penal del empate.
Sólo 9 profesionales había en el plantel. Los británicos no lo podían creer. Recuerdo la alegría de Loffreda en el vestuario, cuando me dijo que esta era una de sus máximas alegrías en el rugby. Y su abrazo con Woodward, que cruzó hasta el vestuario argentino.
Fue aquella de Cardiff una noche memorable. Éramos muy pocos argentinos en el Millenium. A los dos días, los Lions se fueron a Nueva Zelanda. A ese partido no pudieron acudir 26 jugadores y de los 27 que viajaron, 18 jugaban en los clubes argentinos amateurs.
Aquella excursión a los Lions dejó una sensación: algo se estaba gestando.
Robert Kitson, periodista del diario The Guardian.
Fue una noche extraña, y ligeramente apagada. Jugar un test match un lunes por la noche era inusual para todos y, con los Lions a punto de volar a Nueva Zelanda 48 horas más tarde. Los jugadores estaban lógicamente preocupadoss por las lesiones que podrían producirse antes de subir al avión a Auckland. Quien les habla también recibió una multa por exceso de velocidad un poco después de cruzar el puente desde Inglaterra y entrar a Gales. Fue una de esas noches en las que nada parecía ir bien.
Con varios de Los Pumas destacados que no fueron liberados por los clubes franceses y los Lions preservando algunos de sus principales nombres, incluido el capitán de la gira, Brian O'Driscoll, la ocasión obtuvo una gran notoriedad por el regreso de Jonny Wilkinson al plano internacional por primera vez desde la final de la Copa Mundial de 2003 contra Australia, en Sídney. Wilkinson terminó el partido con 20 puntos, incluyendo el difícil penal sobre la hora, que logro salvar el empate a un equipo de Lions que fue merecidamente derrotado 3-0 en la serie de tres partidos contra los All Blacks, post encuentro ante Los Pumas.
La International Rugby Board otorgó los caps pero, en realidad, no fue un espectáculo atractivo para los 61.569 espectadores que estuvieron en Cardiff aquella tarde.
Argentina, sin embargo, que había perdido sus seis encuentros previos ante Lions, logró crear con este empate una pequeña parte de su historia. Esperamos que algún día, Los Pumas tengan la oportunidad de recibir a Lions en su tierra natal, como parte de una gira completa que ayude a transformar el rugby en toda la región de América.
Santiago Roccetti, (enviado del diario La Nación).
La imagen de Los Pumas ensayando una especie de vuelta olímpica en el césped del Millennium Stadium, ovacionados por una multitud que reconocía lo injusto del marcador, no se olvida mas. “No los dejaron ganar” fue el título de la crónica de aquella histórica noche del lunes 23 de mayo de 2005 en Cardiff, en la que el seleccionado argentino igualó (25-25) con los British & Irish Lions. Era la primera vez que el combinado británico e irlandés recibía en su tierra a un seleccionado nacional y era la primera vez que no conseguía festejar. Y para la Argentina también fue memorable esa actuación, y no sólo por la categoría del oponente, sino porque afrontó este compromiso absolutamente en inferioridad de condiciones, con un plantel tremendamente diezmado: entre lesiones y la no cesión de jugadores de clubes europeos (este test coincidió con la definición de las Copas de Europa en sus dos categorías), los entrenadores Marcelo Loffreda y Daniel Baetti no pudieron contar con 26 rugbiers. Incluso, horas antes de viajar tampoco había certezas de quiénes serían liberados y quienes no.
Felipe Contepomi debutó como capitán y Los Pumas, con el sello distintivo de su corazón inquebrantable, se despojaron de todas las adversidades y se mostraron superiores ante un rival de mayor envergadura. Para sorpresa de todos se pusieron arriba (13-0) con un try del tucumano José María Núñez Piossek y de la puntería de Federico Todeschini, justamente el tryman y el goleador del ciclo de ocho años de Loffreda-Baetti. Los Lions reaccionaron, pero nunca pudieron doblegar el coraje argentino. Hasta que el árbitro australiano Stuart Dickinson, el mismo que en RWC 1999 estiró por demás el choque con Irlanda en Lens (adicionó ocho minutos), resolvió desestimar la indicación del cuarto juez, y por eso se había anunciado por los altavoces del estadio una prórroga de cinco minutos tal cual había sucedido en el primer tiempo, y esperó a que los Lions tuvieran una oportunidad para no ser desprestigiados en su propia casa. Así fue como, a los 48m36s del segundo tiempo y con el tanteador 25-22 en favor de los argentinos, Dickinson sancionó (¿o esperó?) un penal, que el infalible Jonny Wilkinson no desperdició y luego de ese acierto, sí decretó la caída del telón.
La épica actuación se dio en un contexto muy especial; la Argentina ya estaba desde hacía tiempo reclamando en la International Rugby Board (World Rugby en la actualidad) un espacio en alguna competencia internacional regular. Poco tiempo antes de la función ante los Lions, fracasó el intentó de ser aceptados en el Súper 12 (Súper Rugby de la actualidad), entonces, apoyados en esta nueva conquista dentro del campo de juego, se apostó por ser admitidos en el Seis Naciones. El proyecto de la UAR era ir con un equipo a Europa por dos meses, ceder la localía (así se entregan los derechos de televisión) y disputar todos los partidos en el Viejo Continente. Ese era el plan para ablandar la rígida postura de las Home Union. Claro está que dicho proyecto tampoco se aceptó, y la historia que vino después es más conocida y con un final satisfactorio.
Después de la dolorosa eliminación en RWC 2003, la temporada siguiente, en pleno proceso de reconstrucción, fue bastante irregular para la selección argentina, aunque la sensacional victoria ante Francia en Marsella (24-14) casi en el cierre del calendario 2004 (siguieron derrotas ante Irlanda y Sudáfrica), dio una muestra de que lo que faltaba era estabilidad, una deficiencia muy común en esos tiempos. Por todo eso, es que el rendimiento frente a los British & Irish Lions fue un eslabón mas en la frondosa cadena de logros de un seleccionado que ya merecía un reconocimiento mayor, en todo sentido.
Síntesis
British and Irish Lions: Geordan Murphy; Denis Hickie, Ollie Smith, Gordon D'Arcy y Shane Williams; Jonny Wilkinson y Gareth Cooper; Michael Owen (capitán), Lewis Moody y Martin Corry; Danny Grewcock y Donncha O'Callaghan; John Hayes, Shane Byrne y Graham Rowntree.
Argentina: Bernardo Stortoni; José María Núñez Piossek, Felipe Contepomi (capitán), Lisandro Arbizu y Francisco Leonelli; Federico Todeschini y Nicolás Fernández Miranda; Juan Manuel Leguizamón, Martín Schusterman y Federico Genoud; Mariano Sambucetti y Pablo Bouza; Mauricio Reggiardo, Mario Ledesma y Federico Méndez.
Tantos: en el primer tiempo: 4m penal de Todeschini (A); 6m try de Núñez Piossek convertido por Todeschini (A); 15m penal de Todeschini (A); 17m try de Smith convertido por Wilkinson (BL); 22m penal de Todeschini (A); 31m penal de Wilkinson (BL); 35m penal de Todeschini (A); 38m y 45m penales de Wilkinson (BL).
En el segundo tiempo: 9m penal de Wilkinson (BL); 14m y 18m penales de Todeschini (A); 26m y 48m penales de Wilkinson (BL).
Cambios: en el segundo tiempo: 10m Julian White por Hayes (BL); 18m Chris Cusiter por Cooper (BL), 21m Shane Horgan por Smith (BL); 29m Steve Thompson por Byrne y Ben Kay por Grewcock (BL) y Santiago Sanz por Genoud (A); 32m Manuel Carizza por Sambucetti (A); 33m Lucio López Fleming por Todeschini (A).
Arbitro: Stuart Dickinson (Australia)